El término overkill se emplea para referirse a cualquier situación en la que se aplica una fuerza desmesurada para la consecución de un objetivo.
En esta ocasión comentaré algunas cosas sobre el almacenamiento en los ordenadores y al final retomaremos lo del termino overkill, pero para ello debemos comenzar por entender una característica de nuestro ordenador que puede limitar la velocidad de los SSD’s disponibles en la actualidad, es el interfaz de transferencia de datos entre la placa base y el dispositivo de almacenamiento, a la que nos referimos como puerto SATA.
Este interfaz esta presente en los ordenadores Apple a partir del PowerMac G5 (2003), luego cuando Apple hace la transición de procesadores PowerPC a Intel en el 2006 todos los Mac pasaron a contar con puertos SATA.
La siguiente tabla muestra la versión del puerto SATA junto a su respectiva velocidad teórica y una media máxima en el uso real.
SATA I | SATA II | SATA III | |
---|---|---|---|
Velocidad max. teórica | 150 MB/s | 300 MB/s | 600 MB/s |
Velocidad media max. | 140 MB/s | 290 MB/s | 520 MB/s |
La mayoría de los SSD’s en el mercado en la actualidad son SATA III, al igual que los discos duros magnéticos de toda la vida, pero que estos últimos están limitados físicamente a unas velocidades inferiores a los sólidos.
SATA I | SATA II | SATA III | |
---|---|---|---|
Disco duro de 7200 RPM | 75 MB/s | 80 MB/s | 110 MB/s |
Disco duro de 5400 RPM | 35 MB/s | 40 MB/s | 80 MB/s |
SSD | 140 MB/s | 290 MB/s | 520 MB/s |
Ventajas de los SSD’s:
- No generan sonido alguno.
- Son resistentes a los golpes.
- Consumen menos energía.
- Sobrepasan el rendimiento de los puertos SATA I y II.
Con esto a lo que quiero llegar es a que dependiendo del ordenador y la capacidad del disco, puede que sea beneficioso continuar utilizando un disco duro magnético que un SSD en cuanto a una relación capacidad-costo-rendimiento.
Ahora, no hay que dejar a un lado otro factor que debe influir en nuestra decisión como lo es el tipo de información que se almacene en el ordenador, no daremos la misma importancia a un ordenador en el cual se crea y almacena programación, fotografía, etc., directamente en el, que uno por ejemplo que utilizo para mirar contenido en la red o trabajo con herramientas online, almacenamiento en una red o externo. Así que como resultado final tendríamos que establecer nuestras prioridades en función de la siguiente relación:
Capacidad – Costo – Rendimiento – Uso
Para no cometer un overkill debemos tener muy claro:
- ¿ Que capacidad utilizo en mi medio de almacenamiento ?
- La diferencia de costo entre una opción y otra sea coherente con el beneficio a recibir (capacidad, seguridad, velocidad, etc.).
- Que la velocidad SSD una vez instalado sea como mínimo la mitad de su velocidad media máxima.
- Que haya una relación entre la función que realizo en mi ordenador con lo que se invierte en la maximización de su potencial.